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Bangkok, la misteriosa y variopinta capital de Tailandia.

Dos veces he visitado esta ciudad, y probablemente la visite aunque sea una vez más. No sólo porque de cierta manera me genera atracción, sino también porque es una especie de epicentro geográfico, aeroportuario y de transporte en el sudeste asiático.

Votada como mejor destino turístico en el 2013 por TripAdvisor, es sinceramente una ciudad que ofrece días y días de entretenimiento. Desde templos y lugares tradicionales, shoppings, paseos y mercados hasta innumerables lugares cercanos a visitar.





¿El punto neurálgico de todo esto? Khao San Road. Locación popularizada por el film "Hangover" (la 2 o la 3... la verdad vi la mitad y no recuerdo cual es), es una calle que cubre unas cuantas cuadras, que de día aloja mercados de comida y de ropa, pero que de noche se transforma y ofrece una asombrosa variedad de artículos, a falta de una palabra que englobe todo lo que hay en la Khao San. Ropa, comida, puestitos con buckets con tragos y cervezas, bares por doquier, señoras que venden accesorios y baratijas, tatuajes, varios 7/11, vendedores de bichos para comer, prostitutas, ladyboys, turistas, locales, vendedores y consumidores, música en vivo en muchos bares, y una casi interminable lista.

De todas maneras, la fama que posee esta calle entre los que viajamos por esta zona, hizo que yo esperara algo fuera de lo común, algo alucinante, absolutamente único y peculiar. A fin de cuentas, para ser honesto, no deja de ser una calle con un rejunte de ofertas para el turista. Es un lugar... interesante y digno de visitar. Quizás mis estándares eran altos al llegar a la Khao San... es que me habían hablado tanto de ella que no podía más que esperar mucho a la vez.

Cuando hablo de Khao San Road, también hablo de Rambutri, una calle paralela, conectada por una cortada y 2 calles que las unen. Con menos ruido, gente y polución de todo tipo, Rambutri me resultó personalmente más amigable a mi paladar, no sólo gastronómicamente hablando. Cambia música pop y electrónica por bandas en vivo tocando hits de los 80 en adelante, es más fácil caminar, pero ofrece casi la misma variedad de productos y servicios que su vecina famosa.





Si nos alejamos un poco de estas calles, Bangkok tiene mucho ára ofrecer: el enorme y costoso palacio real (que no visité), el buda reclinado, el Wat Arun, y una gran cantidad de templos, se ubican a distancia a pie si no se tiene problema en caminar por unas cuantas horas. De paso, se aprovecha para conocer la ciudad un poco más, y notar cómo Bangkok posee además de tantas cosas bellas, mucha pobreza e indigencia. A mi parecer, con excepción de Filipinas, el lugar más parecido a las ciudades latinoamericanas que he visto. Nunca antes en el Sudeste asiático había estado tan rodeado de pobreza y marginalidad.

Como decía, Bangkok está repleta de templos y lugares históricos, especialmente la zona céntrica y alrededores. En todos hay que ir respetuosamente vestido, con pantalones que cubran completamente las rodillas, y remeras que no dejen ver los hombros. Todos, también, cobran un entrance fee, con excepción de los templos donde únicamente se practica el budismo, a donde se puede ingresasr libremente.





Continuando con los lugares tradicionales y típicos, se puede hacer todo lo que yo no hice, por malos días, por no poder, o por venir demasiado saturado de turismo para hacer uuuuna cosas más en el día. Mi bucket list de cosas que quiero hacer en Bangkok cuando vuelva por tercera vez: mercado Chatuchak, uno de los más grandes del mundo, que todos los fines de semana abre las puertas a miles de negocios y mucha más gente; Maeklong Railway Market, mercado genuino y tradicional ubicado en el medio de unas vías de tren, que cada vez que pasa obliga a los vendedores a mover sus puestos itinerantes para dejarlo pasar; noche de Muay Thai en uno de los dos estadios reales y no para turistas, o en el mercado Chatuchak -los domingos- o el shopping MBK -los miércoles-; templo de Ayuthaya; y por último -creo- alguno de los mercados flotantes, pero que sean reales y no de los tantos que hay armados para el turista.

Pero Bangkok, obviamente, no es sólo tradición antigua. Para los ávidos de consumir, es una ciudad repleta de paseos de compras, shoppings y similes. EL MBK es al más famoso, pero a mi parecer muy sobrevaluado; es el lugar a visitar para conseguir pequeñas baratijas, imitaciones de relojes o aparatos tecnológicos, y algo de ropa, como mi gorra "Nike" a un precio inusitadamente barato. Panti Plaza, conocido como el "Computer Center" también desilusiona un poco... con algunos buenos precios, está repleto de cosas truchas y muchos locales vendiendo lo mismo.







INFORMACION UTIL:

. Si se llega a Bangkok lo mejor es siempre llegar a Khao San. En dos oportunidades me tocó llegar a terminales alejadas, y es más costoso y labioroso. Desde Mochit, se puede tomar el bus nro 3, que llega directo a Khao San por sólo 7baht.

. EL bus cuesta siempre 6,50 o 7 baht, no importa a donde se vaya. Desde Khao San el 15 lo tomé muuuuchas veces... hacia el MBK, hacia el Pantip Plaza, hacia la embajada de Myanmar y Vietnam, hacia parques, y para pasear también. Puede tardar apenas unos minutos, o te puede colgar una hora. Así es mi amado y odiado 15.

. El bote turístico que recorre el río cuesta 40baht y tiene una guía que va comentando mientras se anda. Sino también hay un bote público y regular.

. El MRT tiene precios variados según la cantidad de estaciones que se hagan.
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Los templos olvidados de Sukhothai y Si Satchanalai

SUKHOTHAI

No llegué a estos templos guiado por la Lonely Planet, tampoco por blogs; llegué por recomendación de quien nos dio el curso de cocina en Pai. Debo admitir igual que ya había leído algo de Sukhothai, que es considerado el templo fundacional del imperio de Siam, y que es patrimonio cultural de la UNESCO. Aún así,  no había conocido viajeros que hubieran estado, ni parecía ser un destino que habría de visitar.

Fue en última instancia la insistencia de esta mujer local lo que me hizo decidir. Y así fue que junto a Panchito nos dirigimos por unos días al centro geográfico de Tailandia. Luego de un bus de Chiang Mai a la ciudad de Sukhothai, recalamos en un hostel cuyo dueño conocimos en la terminal, ubicado en la zona "céntrica" de la ciudad. Cansados del ajetreo con el que veníamos recorriendo en noroeste tailandés, decidimos no hacer más que caminar y pasear por los alrededores en nuestra primer jornada. El calor molestaba y parecíamos ser los únicos foráneos. Bordeando el río que atraviesa la ciudad, chusmeando los puestitos callejeros, así culminó nuestro día.





Temprano por la mañana -bueno, no tan temprano... ¡pero no era la hora del almuerzo aún!, asi que para nada mal- nos fuimos a la parada del bus público que nos llevaría al "Historical Park", o la ciudad antigua de Sukhothai. Erigida en 1238, y luego invadida por los imperios de Ayuthaya y luego el Birmano, la ubicación original de la ciudad está a 12 km de la población actual.

Llegados a destino, decidimos alquilar una bici cada uno para poder recorrer los templos más rápida y dinámicamente. Debimos esperar que amaine la pesada y repentina lluvia, mientras charlábamos con nuestras nuevas amigas austríacas y un grupo de joviales mujeres locales.

Con un notorio y demasiado evidente proceso de restauración en algunos casos, los templos de Sukhothai se esparcen a lo largo de algunos kilómetros. Desde budas decapitados, estupas -construcción tradicional budista en forma de campana- y columnas, hasta una gran cantidad de espacios verdes, la ciudad ofrece horas y horas de recreación. Con un buen día como nos tocó y con una bici, se volvió una actividad muy fructífera y más que entretenida. La poca cantidad de turistas, dada la poca difusión del lugar, ayuda a que la experiencia sea más placentera.

Por fuera de lo que supo ser el muro que rodeaba a la ciudad, hay también más lugares a visitar, si se está dispuesto a pedalear por un tiempo más. Nosotros decidimos acercarnos a los lugares y mirarlos a la distancia, para así no pagar los 100baht que nos querían cobrar, pero pudiendo igual observar las esculturas y construcciones.

Nuestro día culminó con una gran cantidad de comida típica en un mercado local, y unas frías Chang en el bar de turno, para coronar la cansadora jornada.







SI SATCHANALAI

Si Sukhothai fue una grata sorpresa, debo decir que Si Satchanalai lo fue aún más. La señora en Pai que nos había recomendado ir a esta zona, nos recomendó no quedarnos sólo con el templo más popular, Sukhothai, sino además tomarnos un día más para visitar Si Satchanalai. Dubitativos y escépticos, nos tomó un buen rato a Panchito y a mi el decidirnos a hacerle caso. Debíamos tomar un bus nocturno hacia Bangkok para así ahorrarnos una noche y llegar temprano a destino, y visitar el nuevo templo significaba ir hacia el lado opuesto, con mochilas y todo, sin saber del todo que nos esperaba.

Prefiriendo arrepentirnos de haber visitado un lugar de más que de menos, nos cargamos las mochilas a las espaldas, y tuk tuk y bus local de por medio, nos fuimos no más.

Apenas llegados, nos dimos cuenta de que estabamos en un lugar aún menos turístico y desarrollado. El bus nos dejó en el medio de la ruta frente a un mercado, donde pudimos dejar nuestras mochilas (tuvimos que confiar en el dueño) y alquilar unas bicis.

Mapa en mano, y con la mirada al horizonte, cruzamos un arco y un puente para llegar al comienzo de la ciudad histórica. Más esparcido y mucho menos visitado, este lugar es una joya perdida. También formando parte del Patrimonio Cultural de la UNESCO, por alguna razón no fue restaurado ni intervenido de manera visible -si bien está organizado y posee un museo-. Esto resulta en una gran cantidad de templos, budas, construcciones y enormes estupas que se esparcen por kilómetros. La sensación de recorrer esta ciudad es mucho más genuina, muchisimo más placentera que Sukhothai. Cruzarnos sólo con 5 turistas en 3 horas de recorrer, nos hacía sentir casi dueños del lugar. Como niños subíamos y bajábamos escaleras, caminabamos a través de los templos y nos dedicabamos a contemplar. A diferencia de Sukhothai, que está completamente pavimentada, con rejas y muchos carteles, aquí árboles y plantas abrazan las paredes, pájaros y animales pasean por los templos y las calles de tierra, gente local camina por los alrededores.







Debo decir que, hasta el día de la fecha, habiendo visitado los popularísimos Prambanan y Borobudur en Indonesia, Batu Caves en Malasia, e incontables templos en los países que he visitado, Si Satchanalai es el que más he disfrutado. No sólo por su belleza innata y casi impoluta, sino también por la interactividad que te permite, pudiendo recorrerla en bicicleta, pudiendo observarla en paz  y en soledad. Es justamente lo "virgen" del lugar lo que lo vuelve tan mágico; si fuera más turístico, si estuviera más intervenido, seguiría siendo increíble, pero me hubiera sentido uno más del montón. Por las miradas de la gente cuando los saludaba desde la bicicleta, y por la tranquilidad con la que la pude recorrer, Si Satchanalai fue una experiencia sumamente grata.

Para ir a Bangkok debimos finalmente tomar un colectivo de vuelta a Sukhothai, para luego esperar un buen rato hasta las 22hs, horario del bus más barato hacia la capital de Tailandia.







INFORMACION UTIL:

. Desde la terminal al centro, 30 o 40 baht por persona es el costo del Tuk Tuk.

. La parada del bus a la ciudad antigua está aproximadamente unos 100mts después del 7/11.

. Apenas entrando a la ciudad histórica, hay varios locales que alquilan bicicletas a 30baht por el día entero.

. En Si Satchanalai el alquiler de las bicis nos costó 40baht.

. Desde la terminal de Sukhothai hay una gran cantidad de horarios de bus hacia Bangkok.

. HOSPEDAJE: nos quedamos en Happy Place, por ___ baht la noche en pieza doble con fan. Está bien ubicado y el dueño es muy amigable. Se de JJ, otro hostel recomendado por Lonely Planet y gente local, pero es más caro.

. COMIDA: en la calle principal hay varios puestos de comida local y a buen precio. Sino está el "reggae bar", el lugar de rejunte de turistas y gente local, donde se come y bebe rico.


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