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Tanah Rata y Cameron Highlands

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Luego de la intensidad de KL, en el sentido más holístico de la palabra, Tanah Rata es un respiro al vértigo y al clima de la ciudad capital.

¿Por qué? Se preguntará Ud, ávido lector y seguidor de mi blog, de mis andanzas, mis viajes, mis preocupaciones y mis deseos más íntimos. Pues porque es una ciudad que, ubicada a 1.440 metros de altura, tiene una temperatura ideal para descansar del calor acumulado, se duerme tapado con frazadita y todo; porque es un pueblo en que se respira paz, donde todo queda cerca, donde hay poca gente en la vereda, y la gente te trata mejor. Si en KL sos un billete de 100dlrs que camina... acá digamos que sos uno de... 10dlrs. Y eso hace la diferencia.

Este pueblo es el punto de partida ideal para pasear por Cameron Highlands, una región donde abundan plantaciones de te, cultivos de frutillas y otras frutas, y donde crece la Rafflesia, la flor más grande del mundo.






Y eso es básicamente todo lo que hice en el pueblo. Tomando un tour de jornada completa, con un costo de 75MYR, pude ver un buen pantallazo de lo que es esta zona.

Primero lo primero, hicimos lo que mucha gente se acerca a ver a esta zona: la Rafflesia. Se encuentra también en zonas de Tailandia, Indonesia, y el borneo Malayo. Luego de 2 horas de caminata en medio de una no tan linda jungla malaya, llegamos a divisar una de las casi 40 flores que tienen registradas en la zona para llevar a los tour.

Nombrada tras Thomas Stanford Raffles, fundador de Singapur y personaje muy reconocido en Malasia, esta flor posee ciertas peculiaridades: puede tener entre 40 centimetros y mas de un metro, dependiendo del ejemplar y del momento en que se la encuentre; puede llegar a pesar más de 10kgs; no tiene ni hojas ni tallo, sólo pétalos enormes; por cada florecimiento, tiene una vida de 7 días, en el cual crece, y va disminuyendo su tamaño, perdiendo el color rojizo que tiene, hasta morir; no se la debe tocar, porque el aceite que sale de nuestra piel le produce manchas a la flor.

Luego de otra hora de bajar la montaña hacia el punto de partida, seguimos camino.

Las plantaciones de te son bastante amigables a la vista, aún más si se las ve en un día soleado, desde un buen lugar panorámico. Fue interesante para mi, gran bebedor de te, en todas sus variedades, formas y sabores, el aprender que la planta es la misma para cualquier variedad, lo único que varía es el proceso.

Y no, la hoja de te, sin ser tratada, no tiene sabor, asi que no tiene sentido alguno probar, como yo si lo hice, unas 10 o 15 hojitas, esperando al menos un after taste o algo. Luego de visitar una planta de producción y empaquetado de te, y tomar un sabroso te local, continuamos el recorrido hacia otro lugar fascinante.

El "mossy forest", un bosque de más de 200 millones de años de antiguedad, es un lugar de ensueño. Ubicado en la cima de un monte, es continuamente atravesado por blancas y densas nubes, que en su paso humedecen todo a su alrededor, generando el musgo que da nombre al bosque. Una inmensa variedad de tonalidades verdes tiñe los árboles, ramas, hojas, el suelo, el aire. Tanto musgo hay en el lugar, que uno no camina sobre tierra, sino sobre un suelo musgoso de hasta 2 metros de profundidad. Así se genera una sensación de desplazarse sobre una suave y plácida alfombra natural.

Y visto todo esto, ya Tanah Rata no tiene mucho más para ofrecer. Hay algunas caminatas por el bosque que se pueden hacer, strawberry farms, butterfly farms, y no mucho más. Pero con lo que vi, es suficiente para que le de el visto bueno en un destino a tener en cuenta, para quien quiere ir a lugares menos visitados por la mayoría.

Asi que de acá en más se avecinaba la dificilisima y muy tensionante toma de decisión: ir a las islas de Penang, Langkawi y Perhentians, en el norte de Malasia, o en vez volver a KL y tomar avión a Indonesia, para no seguir alejandome hacia el norte, con el consiguiente riesgo de que pudiera ser más caro y lejano el vuelo. Luego de horas de batalla mental, de buscar vuelos por internet, hablar con gente, decisiones y arrepentimientos, y un plato hindú en banana leaf, decidí dar marcha atrás, volver a KL, y comprar el vuelo más barato que consiguiera. Claro que lo más fácil hubiera sido comprar el pasaje por internet, pero tuve la suerte y la desgracia  ala la vez, de encontrar a Malindo Air y Lion Air, dos aerolíneas baratas que iban a donde yo quería, Bali, pero cuyo tramite online no funciona con tarjetas internacionales. Si, asi como se lee, en estas empresas sólo se puede hacer compra en la red con tarjeta de Malasia.  Y como la diferencia de plata era muchisima comparada con las que le seguían en precio (AirAsia y Jetstar), decidí comprarlos en una oficina ya en KL.

Y así fue. Volví a la urbe, compré el pasaje a las 14hs de un jueves 12, y salí al día siguiente, luego de 17hs de espera en el aeropuerto.


INFORMACION UTIL:

. No hay una gran cantidad de lugares para alojarse. Yo fui a "Kang Travellers Lodge" recomendado por unos amigos franceses que me hice en KL, y está bastante bien para los 12myr que cuesta. Como otra opción, al descender del colectivo te ofrecen otros lugares, a precios similares y cercanos a la calle principal.

. Hay dos restaurantes hindúes donde realmente recomiendo comer, especialmente el plato de banana leaf, y el que viene con pollo tandoori, arroz y salsas. Ambos muy llenadores, y a 8 y 9 MYR respectivamente.

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